martes, 25 de noviembre de 2008

Grey's Anatomy (si, leyeron bien)




Lo que se suponía sería un programa de relleno del Mid-season se convirtió en el placer culpable favorito de América (ya van 4 años y contando..!) Un show sobre la vida del personal médico de un hospital. En teoría sonaba un poco aburrido, pero aquellos que lo hemos vivido sabemos que un hospital es un microcosmos parecido a un reino medieval, donde la civilidad se guarda para los pacientes y el comportamiento salvaje y grosero para los compañeros de trabajo. O lo que es lo mismo, aqui entre todos nos perdemos el respeto. Y para muestra, los personajes del programa que todos ven y a todos gusta pero pocos lo admiten.

Meredith Grey (la mosquita-muerta-me-cae-gorda): La protagonista mas deslavada de las series gringas. Si no es porque se tira al neurocirujano sexy, a nadie le podría importar menos. Pero eso si, pendeja no es. Desde el principio se ligo al adjunto más picudo y le invento una relación retorcida para asegurar su permanencia en el hospi. Conozco a un puñado de internas que han sobrevivido exactamente de la misma forma. No teman, no dire sus nombres. Todavía...

Izzie Stevens (la calenturienta-pero-persignada): Hay que darle crédito, pues sus tetas y nalgas, además de pagarle la carrera, le granjearon un marido millonario moribundo que le heredó 8 million bucks. Y ella para no quedar como viuda negra en ciernes los donó al hospital. Ademas de ser la más sexy del show es la más abierta (¡yaaay!) y con menos poses, excepto las de los photo shoots que hacía antes de ser interna. Navega con bandera de pendeja pero, creo que un mujerón de esos agrada aún mas así que con attitude, ¿no?

Christina Yang (la solo-me-acuesto-con-talentosos): Ya sea por daddy issues o porque realmente es tan perra desalmada como aparenta, ésta chica aprendió todo lo que sabe, que és un chingo, por inseminación natural, ya que desde Stanford solo se cogía a los maestros ruquitos y re-publicados en los más prestigiados journals. La táctica le funcionó por tres años, hasta que el negrote cirujano de tórax le agarró el numerito y la dejo plantada en el altar. ¿Cómo ven? Y a menos que le entre a la tortilla en la cuarta temporada, pues ya se amoló.

Adisson Montgomery (la mas-perra-que-todas-ya-quisieran): Llegó una noche lluviosa con su look de Belle du Jour pelirroja recién desempacada de New York con el propósito de recuperar a su marido. En su lugar se ganó a la audiencia del programa, puesto que hasta serie propia tiene ahora, y cada vez se ve más bella. Por si fuera poco ser hermosa, rica, educada y sencilla, la mujer es ginecoobstetra, cirujana perinatal y genetista. ¡Aprendan pinches internas!

Miranda Bailey (la token-black-girl o nazi): Esta si que se desquitó las amarguras de su internado con las niñas bonitas (bueno, y la Yang) que le tocaron. ¿Se imaginan las jodas que una interna gorda, chaparra, rezongona y negra ha pasado? Menos mal que es talentosa que si no la corren al menor descuido. Eso si, tiene un corazoooón de ooooro. Aparte se ha de saber un buen truquito con los dientes porque el marido estaaaaaa...

Calliope aka Callie Torres (la jotera-de-closet): con un cuerpo como para quebrar y reparar huesos, Callie esta ahí para recordarnos que hay mujeres que irremediablemente se enamoran de los homosexuales, y que la única forma en que pueden realizar sus sueños, aunque resulten efímeros, es llevándose al susodicho joto a Las Vegas, emborracharlo, arrastrarlo hasta la capilla de Elvis y darle de putazos en las costillas hasta que emita un aullido que parezca " I do".

George O'Malley (el token-gay-in-the-closet): Primero se interesa por la flaca-Grey que ni lo pela, lo cual es ideal para un joto, luego la Callie lo engatusa 'pa matrimoniarse, y ahora, por dárselas de gallito batito ahora le tiene ke cumplir a la leona de Izzie, la razón de su divorcio. Me cae que para la quinta temporada le sale un adjunto gay que lo seducirá y vivirán felices por siempre. Porque de que es joto es, o que, ¿ahora resulta que todos los chismes y enredos en que se mete son de a grapa? Ya ves, por no aceptar quién eres reprobaste el año Georgie.

Derek Shepard (el no-mames-que-ni-estas-tan-guapo): El protagonista femenino, digo, masculino de la serie. Se la pasa llorando por la pinche Grey cuando no se ésta tirando a la pinche Grey. ¿Y por ESO dejaste a Adisson? 'Ta bien, esta guapo el wey, y es neurocirujano, y sensible y profundo y tiene mucho cabello etc etc. ¿De verdad es eso tan importante chicas? porque de ser así, dudo que lo encuentren. ¡Oh esperen! Yo conozco un neurocirujano real que es así. ¿Quieren santo y seña?

Alex Karev (el quesque-chico-rudo): me cae bien porque es bien culero y no se disculpa. Aparte esta sexy en su modo medio-cochino-no-me-rasuro-tengo-morning-breath-de-3-dias. Se cogío a Izzie y Adisson. Way to go man! Pero claro, en siendo serie gringa le tuvieron que poner un corazón hidropónico y se enamoró de la obra de arte del doctor Sloane, una paciente que de parecer la mole ahora se ve como modelo. Bueno. Algo más lo tenían que poner a hacer.

Mark Sloane (el Hottest-Doctor-Ever): ¡Este sí es hombre y no pedazos!. Cabrón, seductor, mujeriego y con un cuerpazazazo que le valio el mote de McSteamy. Otrora amigo y ahora enemigo vuelto otra vez amigo del neurocirujano, a este plástico lo metieron por puro Eye Candy, diversión y enredo. Lo cual agradecemos enormemente (asómese nomás) a (K) Shonda Rhimes, la productora. El pobre ya se quiere casar pero nadie más en el mundo lo desea, porque si se casa ¿Cuando nos va a tocar a nosotros(as)?

Y por último no hay que olvidar al Dr. Burke, el novio fugitivo de la Yang. Al pobre actor se le fue el hocico con uno de sus compañeros gays, se hicieron de palabras y golpes y esto le valió su trabajo. Moraleja: Si quieres hacerla en Hollywood vas a tener que dar muuuuchos besos, pero negros. Chau!

domingo, 2 de noviembre de 2008

XX/XY


Cuando la vida en el planeta comenzó, quedó claro que la división y replicación celular era un modelo que no permitía una competencia justa entre los diferentes tipos de microorganismos. Era un modo de reproducción en el que sólo el tiempo determinaba la cantidad de réplicas y no existía ninguna seguridad sobre la permanencia de éstas. A través de la supervivencia del más apto surgieron nuevas formas de reproducción, de las que en la actualidad dominan dos. La primera se especializó en asegurar la supervivencia de sus réplicas. La segunda, en robar la maquinaria de otros e infundirles con la propia, cuantas veces fuera posible. Así surgieron los sexos, y desde el caldo de cultivo primigenio se determinó el comportamiento de estos. El sexo femenino almacenaba nutrientes y permanecía más o menos fijo, estable, dando a sus futuras réplicas una mejor oportunidad. El sexo masculino gastaba toda la energía almacenada con el único objetivo de aprovechar la maquinaria del sexo femenino. El encuentro fue exitoso, pues las réplicas que provenían de la mezcla de los sexos tenian mayor riqueza genética, lo que les permitió evolucionar.
Miles de millones de años después del nacimiento de los sexos, la evolución llegó al pináculo. El camino la condujo a una especie que no sólo era la más eficiente en el manejo de energía, sino que poseía herramientas para desarrollar casi cualquier tarea, la capacidad de analizar y hacer reproducciones y modelos del mundo, la habilidad de comunicarse entre ellos y, lo mejor de todo, la conciencia de su propia existencia. Por mucho tiempo esta especie siguió el comportamiento sexual establecido por la naturaleza, aunque su propia condición la alejaba de ella cada vez más. Una vez conquistada, la naturaleza dejó de ser el estándar, y al no haber otro modelo que seguir, los seres humanos comenzaron a regirse por sus deseos. Hoy en día existe una gran variedad de prácticas sexuales, aunque el principio de atracción sigue siendo el mismo. Tu tienes algo que yo deseo, por lo que te perseguiré, o bien, tu tienes algo que yo deseo, por lo que intentaré atraerte hacia mí, mostrando mis mejores atributos y disposición. La variedad solo se encuentra en los medios y en los objetivos. Y entre los últimos, la reproducción se encuentra cada vez más abajo en la lista de prioridades.
But I'm Not Sorry... It's Human Nature.